viernes, 11 de enero de 2013

Julio Ángel Fernández, Gonzalo Tancredi, astrónomos uruguayos, navegantes del Sistema Solar


Los jueces de Plutón

Julio Ángel Fernández en su
despacho de la Dirección
de Astronomía, en la Facultad
de Ciencias, Montevideo.
(Alejandro Sequeira, 2009)
En 2006 la noticia recorrió el país, y el mundo. El 24 de agosto de ese año, la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional determinó la degradación del planeta más alejado de la Tierra a la categoría de “enano”. Fue por iniciativa de dos uruguayos. Más allá del éxito científico, y del paso del tiempo que lo transforma en anécdota, quedan asuntos por reflexionar. Cómo lo lograron. Cuánto influyó la formación académica y cuánto la gimnasia gremial y política del co-gobierno universitario. El papel de las ciencias astronómicas en la educación y hasta alguna idea, desechada en su momento, de sacarla de los programas de Enseñanza Secundaria. Es la visión cercana de quienes observan cuerpos lejanos. Con los pies en la tierra.

Sobre la base de la Colección Biografías Uruguayas (Trocadero Gabinete DDiseño para el diario El País, Montevideo, 2009). 

En 2006 la Unión Astronómica Internacional (UAI) propuso que se redefiniera el término planeta y así establecer el estatus de Plutón. La primera opinión hubiese permitido el ascenso de otros tres objetos: Ceres, Caronte y Eris. También podrían haber sido planetas otros doce asteroides y objetos transneptunianos mayores. Pero el concepto fue cuestionado. Así cobró fuerza una propuesta alternativa, presentada por los astrónomos uruguayos Julio Ángel Fernández y Gonzalo Tancredi.
Plutón degradado, pero animado.
(NASA)
La definición, discutida y levemente modificada, fue aprobada de la siguiente forma: “Planeta es un cuerpo celeste que está en órbita alrededor del Sol, tiene suficiente masa para que su propia gravedad supere las fuerzas de cuerpo rígido de manera que adquiera un equilibrio hidrostático (forma prácticamente redonda) y ha limpiado la vecindad de su órbita.” De esta forma Plutón perdió su categoría histórica, que mantuvo por casi ocho décadas, y pasó a ser lo que se denomina “planeta enano”.
El argumento de los científicos orientales fue claro y convincente. “Posee una masa muy pequeña y ni siquiera es el cuerpo de mayor tamaño en su órbita.” La moción fue aprobada por mayoría, luego de discusiones, controversias y muchas dudas que aún persisten en el ámbito científico.

Hasta la intervención de Fernández y Tancredi, el Sistema Solar tenía nueve planetas. Ahora son sólo ocho: Neptuno, Urano, Saturno, Júpiter, Mercurio, Venus, Marte y la Tierra.

Julio Ángel Fernández en el
Observatorio Los Molinos.
(Wikipedia)
Julio Ángel Fernández es astrónomo y catedrático  universitario Grado 5 de la Facultad de Humanidades y Ciencias, investigador del Sistema Solar y sus astros. Su pasión es explicable por una curiosidad infinita, una avidez viajera heredada de sus antepasados portugueses, pero también por una inteligencia muy terrenal, estimulada por los primeros éxitos de la revolución espacial. Allá por la década de 1950.
Una de sus acciones de mayor impacto científico fue conocida el 24 de agosto de 2006, cuando la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional votó el descenso de Plutón a la categoría de “planeta enano”, también denominado “plutoide”. Fue por su iniciativa, y por la de Gonzalo Tancredi, su amigo, alumno y colega, presentada ante más de 2.500 científicos de todo el mundo, reunidos en Praga, capital de la República Checa. 

Imagen comparada en orden de tamaño:
Tierra, Luna, Plutón y Caronte.
(NASA) 
Plutón
Desde su descubrimiento en 1930, por Clyde William Tombaugh, fue considerado el noveno planeta del Sistema Solar. Así fue hasta que con el paso del tiempo y los saberes, paulatinamente se alzaron voces opuestas.
Siempre fue un planeta diferente. A diferencia de los otros ocho, de órbitas casi coplanares, posee tiene una inclinación de 17 grados respecto de la órbita terrestre.  Su recorrido es más excéntrico que los de sus antiguos colegas: la elipse que describe en torno al Sol es mucho más alargada.
Hubo otra duda sobre su estatus planetario: Neptuno lo tiene atrapado en su  órbita, con una relación de 3:2. Mientras Neptuno da tres vueltas alrededor del Sol, Plutón gira dos veces.
Tampoco es de planeta que se precie de tal, que su satélite, Caronte, descubierto en 1978, tenga una relación de masas tan similar a Plutón. A tal punto, que los astrofísicos los consideraban en conjunto un planeta doble. Cuando se descubrieron cuerpos con órbitas similares a la suya, denominados Objetos Transneptunianos, también se supo que varios eran de igual tamaño o mayores. Desde entonces, las voces tímidas se transformaron en coro. Plutón no es un planeta.

Hidra, Nix, P4 y P5 son los otros cuatro satélites de Plutón, pero no tan grandes como Caronte. Sus nombres provisionales son "S/2005 P 1", "S/2005 P 2", "S/2011 P 1" y "S/2012 P 1".

De ellos se dijo
Gonzalo Tancredi, aquí en
la Tierra como en el cielo.
(Observatorio Astronómico Los Molinos)
Fernández y Tancredi vencieron una fuerte presión en favor de Plutón,  porque era el único planeta descubierto por un astrónomo estadounidense. Ellos demostraron frente a miles de colegas, algo que parecía difícil de demostrar: Ceres, que está en el Cinturón de Asteroides, Plutón, Caronte, Eris, Makemake, Haumea, son cuerpos con forma de planeta, pero que estrictamente no lo son. Fue un triunfo de la inteligencia y la estrategia.”
Dr. Eduardo Fernández Lajús. Astrónomo argentino, miembro del Grupo de Investigación de Estrellas de Gran Masa de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata.

Fernández Dixit
-“La vida en la Tierra, algún día se va a terminar. Puede ser a largo plazo, porque el Sol explotará dentro de miles de millones de años, y destruirá todo su sistema. Pero también puede ser a corto plazo, si avanza el calentamiento global, causado por nuestra contaminación.”
-“Sistema Solar es una zona de la galaxia Vía Láctea, formada por una única estrella llamada Sol, con ocho planetas, más el conjunto de planetas enanos que orbitan a su alrededor, más el espacio interplanetario”.
-“Planeta es un cuerpo que gira alrededor del Sol, de tamaño mayor y forma prácticamente esférica, que domina su entorno local, porque ha barrido todas las partículas de su alrededor, atrayéndolas o expulsándolas.”
-"Satélite natural es cualquier objeto que órbita alrededor de un planeta (por ejemplo la Luna).”
-Cometa (del griego kometes, cabellera) es un cuerpo celeste constituido por hielo y rocas que órbita el Sol en forma elíptica.”
Eris, el mellizo de Plutón, que
navega el Cinturón de Kuiper.

Es más gordito: 2.400
kilómetros de diámetro.
(NASA)
-“Asteroide es un cuerpo rocoso, carbonáceo o metálico más pequeño que un planeta y que gira alrededor del Sol, en una órbita interior a la de Neptuno.”
-“Objeto transneptuniano o transneptúnico es cualquiera del Sistema Solar cuya órbita se ubica parcial o totalmente más allá del planeta Neptuno.”
-“Planetoide o planeta menor, es un asteroide cuya órbita se encuentra más allá de la de Neptuno.”
-“Meteoroide es una partícula relativamente pequeña (desde unas pocas micras hasta unos cien metros) que órbita alrededor del Sol.”
-“Meteoro o estrella fugaz, es el fenómeno luminoso que se produce al atravesar un meteoroide nuestra atmósfera.”
-“Meteorito o aerolito es un meteoroide que alcanza la superficie de la Tierra.”

Jualioangel
Es uno de los asteroides con nombre uruguayo, descubierto en 1996. Así llamado en honor a Fernández. Hay otros que evocan a prestigiosos astrónomos compatriotas: Gonzalo Tancredi, Tabaré Gallardo, Javier Licandro. También existe un cuerpo rocoso que se denomina Guyunusa, en honor a la última mujer charrúa.

En 2009, el Senado del Estado de Illinois (EEUU) aprobó una ley que en el ámbito local le devolvió la categoría de planeta a Plutón.

Departamento de Astronomía
Como integrante del Instituto de Física de la Facultad de Ciencias (IFFC), concentra su actividad de investigación en el área temática de Sistema Solar, cometas, asteroides, meteoros, impactos, origen y evolución. También trabaja en Dinámica de Sistemas Planetarios. Sus desarrollos teóricos comprenden simulaciones numéricas sobre la base de datos obtenidos en el Observatorio Astronómico Los Molinos y otros de la región, y también en misiones espaciales. Comparte programas de colaboración con investigadores de Argentina, Brasil, España, Finlandia, Francia, Suecia. Uno de los proyectos de investigación recientemente finalizado fue "Caracterización de las Poblaciones de Cuerpos Menores del Sistema Solar"Tres de sus docentes representan a Uruguay ante la Unión Astronómica Internacional.
El  Instituto de Física de la Facultad de Ciencias tiene a su cargo otras Licenciaturas: Física, Ciencias de la Atmósfera y Física Médica. Sus docentes participan en los cursos de la Maestría y Doctorado en Física, y de la Maestría en Geociencias, organizados por el Programa de Desarrollo de Ciencias Básicas (PEDECIBA).


Afiche del Año
Internacional de la
Astronomía 2009.
(Trocadero)
2009
Fue el Año Internacional de la Astronomía, en celebración de los cuatro siglos de las primeras observaciones telescópicas de Galileo Galilei. “Una revolución científica que influye profundamente en nuestra manera de ver el mundo", declaró la Unión Astronómica Internacional, con el objetivo de estimular el interés, entre los jóvenes, por la especialidad y por la ciencia en general. En 1610, el sabio italiano publicó su máxima obra astronómica: "El mensajero sideral".

Julio Ángel Fernández Alves (1946)
Nacido en Montevideo, desde siempre fascinado por los viajes espaciales, es considerado un experto internacional de referencia en el estudio del Sistema Solar. En su juventud fue ávido lector de ciencia ficción, entre otros del británico Arthur Clarke, del ruso Isaac Asimov y el estadounidense Ray Bradbury.
Plutón visto desde la  sonda
New Horizont, en blanco y negro.
(NASA)
Se inició en la década de 1960, mirando a través del histórico telescopio refractor Carl Zeiss de 20 centímetro de abertura, instalado en 1927 en la azotea del instituto preuniversitario IAVA. Un patrimonio entrañable de la ciencia uruguaya, a mitad de camino entre pieza de muso e instrumento que aún funciona.
Fue profesor de Cosmografía en Enseñanza Secundaria, autor de múltiples trabajos de su especialidad y sobre la vida de los pioneros de la Astronomía uruguaya: Nicolás Piaggio, Enrique Legrand, Alberto Reyes Thevenet, Carlos Etchecopar, Eduardo Roubeau, Elzear Giuffra. El joven egresado de Humanidades y Ciencias fue proscrito por la dictadura, antes de exiliarse en 1979.
A su retorno, en 1986, fue nombrado director del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias, con notable influencia en sus alumnos, a quienes introdujo en la investigación del Sistema Solar. Participó en la creación del Observatorio Astronómico Los Molinos, inaugurado en 1994, en la zona de Cuchilla Pereyra, al norte de Montevideo, muy activo en la observación de asteroides y cometas. En 2005 fue electo decano de su facultad, en sustitución de Ricardo Ehrlich; reelecto al año siguiente.
En 2010 finalizó su mandato y desde entonces permanece en su puesto de director del Departamento de Astronomía y docente titular junto con Gonzalo Tancredi y Tabaré Gallardo.

"El movimiento de la Tierra sola basta, por tanto, para explicar tantas desigualdades aparentes en los cielos."
Nicolás Copérnico

Eppur si muove (Y sin embargo se mueve).”
Galileo Galilei

"La unidad es la variedad, y la variedad en la unidad es la ley suprema del Universo."
Isaac Newton

Gonzalo Tancredi evoca un éxito planetario y revela una urgencia terrenal: difundir ciencia entre los jóvenes

La otra cara de Plutón

Gonzalo Tancredi no se olvida de Plutón.
(Observatorio Astronómico Los Molinos)
Astrónomo, investigador y docente, licenciado en la Facultad de Humanidades y Ciencias, doctorado en la Universidad de Upsala, Suecia. “Si queremos que haya más científicos, es necesario interesar a los niños desde la escuela”, afirma el director del Observatorio Astronómico Los Molinos y miembro de la Sociedad Uruguaya de Astronomía. “Nuestra ciencia puede jugar un papel convocante, porque pocas despierten tanta pasión”, afirma Gonzalo Tancredi.

Sobre la base de el reportaje publicado en La Diaria (Montevideo, 29 de agosto de 2006)
Entrevista: Helena Garate. Redacción y edición: AOR.

-Fue conocido y reconocido su papel y el de su colega Julio Ángel Fernández, en el cambio de estatus de Plutón. La noticia trascendió fronteras, pero también hay datos sustanciales referidos a la formación académica uruguaya fundamental en el éxito de su gestión.
-Partimos de una propuesta a la Asamblea de Praga para la definición de los planetas. En esa clasificación iban a entrar, obviamente, los nueve conocidos, incluso Plutón; pero también se habilitaba la integración de otros objetos, de tamaño comparable, algunos menores y otros mayores. Por lo menos se hablaba de doce planetas, pero seguramente en breve ese número se iba a incrementar hasta llegar a cincuenta o incluso cien, que pasarían a formar parte del Sistema Solar. No nos pareció apropiado, porque iba en contra del proceso de formación de los sistemas planetarios, en los cuales los grandes cuerpos masivos juegan un rol preponderante. Por eso decidimos hacer una propuesta alternativa que acercamos a otros astrónomos latinoamericanos.

-¿Con qué aceptación primaria contaba entre astrónomos de los países más desarrollados?
-Hubo una oposición europea tajante, en la misma dirección del Ejecutivo; una propuesta, digamos, “oficial”. Entre los norteamericanos estaba más dividido. Había contrarios a nuestra iniciativa, porque la mayoría no había sido consultada; incluso los astrónomos en Ciencia Planetaria. Ellos la conocieron en ese momento. Participaron más de 2.500 colegas de todo el mundo. Con derecho a voto era un número menor, algo más de mil.

-¿Cómo consiguieron los apoyos?
-Viendo la propuesta del Comité Ejecutivo empezamos a conversar. Vimos que no nos convencía, que teníamos que hacer algo, y tomamos la iniciativa nosotros: Julio Fernández y yo. Escribí una moción inicial manteniendo los lineamientos “oficiales”, pero incorporando conceptos que, para nosotros, eran sustanciales. Lo principal era que para ser considerado planeta no bastaba que el objeto tuviera esa forma casi esférica, sino que fuera -ahí podemos darle diferentes formulaciones-: que fuera el más grande en su región; que fuera dominante, o el objeto que había logrado “limpiar” su zona de objetos de tamaño comparable y sólo quedaran objetos pequeños.

-¿Hubo una tarea política?
-Era necesario convencer con argumentos científicos, pero por otra parte era necesario gestionar los acuerdos y las relaciones digamos “diplomáticas”. Lo primero fue recolectar firmas de gente que pudiera hacer acuerdo con nuestra posición, entonces hicimos algunos ajustes a las redacciones. En la primera reunión, en el marco de la División de Ciencias Planetarias, se presentó la propuesta oficial y también la nuestra. Luego se debatió y al final se votó, de manera simbólica, para ver adhesiones. No era una votación resolutiva. En esa primera instancia quedó claro que la propuesta del Ejecutivo era rechazada, tenía menos de un tercio de los votos, y la nuestra más de dos tercios. No es común que las propuestas de dirección de la Unión tengan ese rechazo. Hasta la forma de discusión fue atípica. No se da este tipo de debate. Son debates más de tipo científico.

Plutón, tal cual es.
(Wikipedia)
-¿Dónde estuvo el foco de la estrategia?
-En conversar con la gente, hacer la propuesta, acompañarla con material gráfico, justificarla, fundamentarla. Estaba fundamentada en nuestra concepción del proceso de formación del Sistema Solar, de los orígenes, que se conoce como cosmogonía. Desde el punto de vista cosmogónico los planetas cumplen un rol importante, porque al formarse esos cuerpos masivos terminan limpiando lo que llamamos remanentes, objetos pequeños de su zona, y quedan como objetos dominantes. Es algo que no le ocurre a Ceres ni a Plutón, que comparten su región con otros objetos. Después de esa votación simbólica, esperábamos que nos convocaran a discutir, pero no fue así. El Ejecutivo trabajó en una segunda versión, supuestamente tomando en cuenta lo que se había hablado en la primera discusión, y la presentó en una nueva reunión plenaria más multitudinaria. El tema interesaba cada vez más y se estaba caldeando la discusión. En la segunda reunión plenaria fue rechazada la nueva propuesta del Ejecutivo.

-¡Se los visualizó como peligrosos!
-(Risas) Bueno, comenzamos a ser considerados con más seriedad, ¡y nuestra propuesta salió!

-La Universidad enseña a defender un proyecto científico, pero ustedes resolvieron un problema político.
-En la actividad académica estamos acostumbrados a un método, pero también tenemos la particularidad de discutir mucho, como ciudadanos. Como universitarios, con el co-gobierno, que es una escuela de democracia, y también en la sociedad: recolectar firmas, participar en asambleas, comités, convenciones gremiales. En Uruguay son frecuentes. Quizás algunas veces uno reniega de eso, o cuestiona, porque terminamos en el otro extremo, en la discusión permanente; pero evidentemente da un entrenamiento útil. Nos permitió señalar las debilidades de la otra propuesta, buscar los caminos alternativos, encontrar el nudo del problema y elegir el camino. Había dos formas de ver el tema. Una clasificación del Sistema Solar en tres categorías distintas, que fue la que salió: planetas, cuerpos intermedios a los que llamamos “planetas enanos” y cuerpos menores. Ésa era una opción. En la otra clasificación sólo había dos categorías: planetas y cuerpos menores.

-¿El cambio de estatus de Plutón tuvo una real relevancia científica? ¿La mantuvo?
-La clasificación tal vez no sea muy importante, porque sigue siendo tan interesante el estudio de los planetas, tanto como el de los “planetas enanos”. Sí cambió nuestra tarea, sustancialmente, desde el punto de vista educativo y cultural. Son los planetas que van a estudiar los niños en las escuelas, los jóvenes en secundaria. El impacto de esta resolución fue mucho más hacia afuera de la comunidad astronómica que hacia adentro.

¡Pobre Plutón!
(Wikipedia)
-¿Por qué fueron tan crueles con el "Pobre Plutón" (como dice un afiche que aún recorre la comunidad astronómica)?
-¡No fuimos crueles! (se ríe) pero la propia clasificación de planetas ha ido modificándose. Cuando en el año 1801 se descubrió Ceres, en un primer momento se dijo que era un planeta, el que faltaba entre Marte y Júpiter. Pero en los siguientes años se descubrieron otros objetos en órbitas similares. Se observó que Ceres, en comparación, era muy pequeño. Entonces lo llamaron planeta menor. En 1930, cuando se descubrió Plutón, era el noveno, más allá de Neptuno. Pero al poco tiempo se dieron cuenta que era más pequeño de lo que pensaron inicialmente. No era suficiente su masa, que su órbita era muy particular con relación a otros planetas. Se adoptó la definición de planeta para Plutón, pero con reparos.

-¿Dónde está ubicada la enseñanza de la Astronomía?
-Existen pocas ramas de la ciencia que despierten tanta pasión. Es una asignatura que debe estar presente; no sólo para que los muchachos sepan los nombres de los ocho planetas o las estrellas. Nuestros países necesitan más científicos básicos y, también tecnólogos especializados. La Astronomía puede jugar ese papel, sobre todo en jóvenes de quince años. Es importante su presencia en los programas.

-¿Es cierto que hubo alguna idea de eliminarla de los planes de estudio?
-En algún momento se pensó (entre 2005 y 2006). También en alguna otra etapa se mezcló con un concepto un poco más amplio: Ciencias de la Tierra y el Espacio. En el plan vigente se mantuvo la asignatura pero se rebajaron las horas. Fue importante mantenerla. No obstante, también debe mejorar la formación de los docentes. Que los planes de estudio busquen despertar el interés por una forma de ver el mundo desde una perspectiva científica, cuestionándose, buscando respuestas. No existe un libro, ni siquiera de texto, que acompañe la enseñanza de la Astronomía desde una perspectiva moderna. En la Facultad estamos dispuestos a participar y colaborar en ese proceso, no porque queramos que haya más astrónomos en Uruguay, aunque estaría bien; pero queremos sí que haya más científicos, más jóvenes interesados en la ciencia básica.

Amores plutónicos
El 19 de enero de 2006 la NASA envió a Plutón una sonda exploratoria no tripulada: New Horizont. Se espera que en 2015 arribe a Caronte, una de las lunas plutonianas. El costo aproximado de la misión es de 700 millones de dólares. La NASA nunca antes había planificado una misión no tripulada a Plutón.


Lo más incomprensible del Universo es que sea comprensible.”
Albert Einstein

Si estamos solos en el Universo, seguro que sería una terrible pérdida de espacio.”
Carl Sagan

Hasta aquí hemos llegado.”
Neil Armstrong

Sistema Solar
Sistema Solar con sus antiguos
planetas y sus jóvenes enanos.
(Wikipedia)
Es nuestra comarca estelar, ubicada en la galaxia Vía Láctea. En el centro se ubica el Sol, la estrella que le da el nombre, y ocho planetas: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. También forman parte del sistema los satélites, los cometas y los asteroides. Los cuerpos mayores giran en trayectorias casi circulares denominadas órbitas. También los objetos menores, muchos satélites y todos los asteroides, en recorridos elípticos en dirección antihoraria. Algunos cuerpos (como Plutón, planeta enano desde 2006) orbitan con un grado de inclinación elevado con respecto del eje de la elíptica.
El Sol contiene más del 99% de la masa del Sistema. Los planetas se dividen en interiores o telúricos (Marte, Venus, Mercurio, Tierra), y exteriores o gigantes (Júpiter y Saturno son los gaseosos, Urano y Neptuno los helados).
Los planetas enanos poseen una masa que les permite forma esférica, pero no la suficiente para atraer o expulsar los objetos de su alrededor. En esta categoría se encuentran: Plutón, Ceres, Eris y Xena.
Los satélites son objetos mayores que orbitan a los planetas, algunos de gran tamaño como la Luna en la Tierra, Ganímedes en Júpiter o Titán en Saturno.
Los asteroides son cuerpos menores concentrados en el cinturón ubicado entre las órbitas de Marte y Júpiter, y más allá de Neptuno. Su escasa masa no les permite tener forma regular.
En el cinturón de Kuiper se encuentran objetos helados exteriores en órbitas estables, los más importantes: Sedna y Quaoar. Por último, los cometas son objetos pequeños y helados que provienen de la Nube de Oort. 

El Sol
El Sol sale para todos.
(Wikipedia)
El “Astro Rey” es el centro del Sistema Solar, la estrella más cercana a la Tierra. Se formó hace unos cinco mil millones de años y brillará otros cinco mil millones más. Es un cuerpo estelar mediano, pero para nosotros el de mayor brillo aparente, que emite energía vital y determina nuestros días y noches. Se encuentra en la fase denominada secuencia principal, la más estable en la vida de una estrella.
Está compuesto por hidrógeno (71%), helio (27%) y otros elementos (2%). Su volumen es 1.3 millones de veces más grande que la Tierra, su masa es 332.946 veces mayor y su radio de 690.000 kilómetros es cien veces el terrestre.
Si lo comparamos con otras estrellas, en realidad es apenas pequeña. Sirio o Alfa Canis Majoris, la más brillante del cielo, en la constelación Can Mayor, tiene dos veces el radio solar. Arturo o Alfa Bootis (16 Bootis), una estrella roja de la constelación Boyero, posee un radio 23 veces más largo. Betelgeuse (HIP 27989), es una gigante de la constelación Orión, 600 veces más grande que el Sol.

Planetas
La Tierra y la Luna,
vistas desde Marte.
(NASA)
Mercurio. Es el más cercano al Sol, pequeño, rocoso, con superficie plagada de cráteres. Rotación: 58,6 días. Traslación: 88 días.
Venus. El “Lucero del Alba” posee temperaturas elevadas, una atmósfera tóxica y vientos que soplan a gran velocidad. Rotación: -243 (tiene signo negativo por rotar en forma contraria a la Tierra). Traslación: 224,7 días.
Marte. El “Planeta Rojo” es el más parecido a la Tierra, un dato constatado en misiones espaciales que arribaron a su superficie; hasta podría haber vida microscópica. Se encuentra a 1.52 Unidades Astrales (UA) del Sol. Rotación: 1,03 días. Traslación 686,9 días.
Saturno y sus anillos congelados.
(Wikipedia)
Júpiter. El “Gigante de los Planetas Exteriores” es una superficie gaseosa, en evolución. Es tan grande que se lo observa con prismáticos, también a cuatro de sus satélites. Está a 5.20 UA. Rotación: 0,41 días. Traslación: 11,8 años.
Saturno. El “Señor de los Anillos” se encuentra a 9,55 UA del Sol. Su rotación es igual a la de su compañero gaseoso Júpiter, de 0,41 días, y su traslación es de 29,5 años. Sus anillos están formados por fragmentos de roca y hielo.
Urano y Neptuno. Son los dos planetas gaseosos más alejados del Sol, muy grandes, pero menores que sus colegas. Urano rota en -0,72 días. Traslación: 84 años. Neptuno rota en 0,67 días. Traslación: 164,8 años.

La Tierra
Formado hace 4.570 millones de años, es el tercer planeta más cercano al Sol, y el quinto en tamaño del Sistema Solar. De forma geoide, es una esfera achatada en los polos, la única donde se encuentra agua en estado líquido.
Su estructura está descrita por los geólogos de acuerdo a dos modelos. El Geoestático está formado por:
Corteza. La capa más superficial con un espesor que varía entre los 12 kilómetros en los océanos, hasta los 80 en las porciones más antiguas de los núcleos continentales.
Manto. La capa intermedia entre la corteza y el núcleo, que llega hasta una profundidad de 2.900 kilómetros.
Núcleo. La capa más profunda del planeta, con un espesor de 3.475 kilómetros.
El segundo modelo es el Geodinámico, formado por:
Litósfera. La parte más superficial que se comporta de manera elástica. Tiene un espesor de 250 kilómetros que abarca la corteza y la porción superior del manto.
Astenósfera. La porción del manto que se comporta de manera fluida, donde las ondas sísmicas disminuyen su velocidad.
Mesósfera. También conocida como manto inferior, está formada por rocas calientes y sólidas, pero con cierta plasticidad.
La Tierra posee dos movimientos principales en el espacio: la traslación y la rotación. El tiempo que la Tierra demora en girar sobre sí misma establece los días y las noches de cada lugar del planeta.
Las cuatro estaciones anuales se suceden por la traslación y la inclinación del eje respecto a la eclíptica. Están delimitadas por las fechas cuando la Tierra pasa por los equinoccios de Otoño y Primavera y por los solsticios de Verano e Invierno.

Rotación terrestre: 24 horas.
Traslación: 365 días.

Luna
El satélite natural, que flota en el espacio a 384.400 kilómetros de la Tierra, no posee brillo propio, sino que su luz aparente en realidad es un reflejo del Sol. Nueve veces más pequeña que nuestro hogar cósmico, es muy probable que haya sido un antiguo planeta “atrapado” por la gravedad terrestre.
Otra versión señala que es un desprendimiento de la Tierra, por una colisión al inició de la formación del Sistema Solar. Su origen todavía es un misterio. No posee atmósfera, pero en sus polos se ha detectado agua en forma de hielo.
Al mirarla a simple vista, aparecen los mares, manchas llanas de materia oscura, y los cráteres, zonas de color más claro. Su período de rotación coincide con el de traslación. Cada 27,3 días, muestra su mismo lado a la Tierra. A nuestra vista, siempre tendrá una cara oculta.

Luna Llena o "Plenilunio" es la fase cuando la Tierra se encuentra entre el Sol y la Luna. En ese período el astro ilumina por completo la cara lunar visible.
Luna Nueva, "Novilunio" o "Interlunio", es la fase cuando el satélite se encuentra entre la Tierra y el Sol. En ese momento es iluminada la cara oculta, que no es visible en el cielo.

Escorpión
Es una constelación repleta de leyendas compartidas con su colega Orión, tan conocida como ella. Un mito ancestral cuenta que el titán fue condenado a muerte por mordida de un escorpión, luego de maltratar a las Pléyades, las siete hijas de Atlas y Pleyone.  Ellas fueron enviadas al cielo, por el dios Zeus, para protegerlas de los abusos de Orión. La paradoja es que él también fue exiliado al cielo, pero como castigo. Cada noche, allí se ve cómo el guerrero acosa a las Pléyades, y cómo ellas se ocultan. En ese mismo escenario, el Escorpión persigue a su eterno archienemigo, para cumplir su tarea de verdugo divino.

Orión
Es sobresaliente, la más observada del firmamento. Está representada por un guerrero alzando su arco y cubriéndose del enemigo con un vellocino (piel dorada de un carnero). Al lado se encuentran sus perros de caza: Canis Mayor y Canis Minor. Sus estrellas brillantes son visibles desde ambos hemisferios de la Tierra. La gigante Betelgeuse y las muy populares Tres Marías que forman un cinturón místico; de ellas sale el puñal formado por dos astros y una nebulosa, también notable. Orión es visible en verano mientras que su perseguidor, el Escorpión, lo es en invierno. Una vez al año se los puede ver a los dos al mismo tiempo, en primavera, pero en extremos opuestos.

Cruz del Sur
Los charrúas y otras comunidades prehispánicas que vivieron en el territorio oriental, le llamaron Ñandú Guasú Pyporé, en honor a su animal sagrado. Ñandú en guaraní significa “araña” que era otra veneración religiosa. Cuando conocieron el ave al principio llamada Berá, le pusieron Ñandú Guasú, que significa "araña grande". La leyenda cuenta que el "Abuelo Ñandú" volaba tan alto, que dejó la huella de sus patas en el cielo. La marca enojó a las arañas y a otras divinidades que lo echaron junto con sus nietos y los sometieron a una maldición. Los charrúas creían que por aquella desgracia los ñandúes nunca más pudieron levantar vuelo. Los europeos la llamaron Cruz del Sur.

Zoológico estelar
El Planetario de Montevideo ofrece un espectáculo nocturno denominado “Bichos y estrellas”, inspirado en lo que imaginan mujeres y hombres, desde la antigüedad, cada vez que miran al cielo. En la primera parte se observan las constelaciones con formas de animales. Luego se realiza una visita nocturna al vecino Zoológico Dolores Pereira de Rossell. Entre las comunidades de estrellas más conocidas se muestran: Escorpión, Serpens, Hidra, Ofiuco (serpientes), León, Liebre, Cisne, Lagarto, Can Mayor y Can Menor. La Tarántula es una nebulosa de la constelación El Dorado. También se incluye la Cruz del Sur, que los charrúas asociaban con una huella de ñandú.

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